Ya sea por placer o negocios, viajar es una de las cosas que a la mayoría de nosotros nos quita el sueño.
Conocer lugares nuevos, culturas diferentes, aprender nuevos idiomas y formas de vida son algunas de las cosas maravillosas que tiene moverte de un lugar a otro pero, por alguna extraña razón, los chilenos tendemos a rendirle culto al sur y renegamos del norte de nuestro país.
Algunas de las frases que más se escuchan son: «no me gusta el desierto», «hace mucho calor», «no hay nada interesante», «todo es feo», son algunas de las frases que más de alguno de nosotros ha escuchado en conversaciones familiares y con amigos, pero ¿sabes realmente de lo que te estás perdiendo?
Tiremos abajo algunos mitos y empecemos a conocer los encantos del norte.
Consideraciones sobre el norte de Chile
No siempre hace calor
Aunque en el norte de Chile la mayor parte de los días son soleados, hay días en los que eso no es sinónimo de calor. Ni hablar de la noche, porque las temperaturas bajan muchísimo y el frío es bastante intenso, sobre todo si estás visitando lugares alejados de la costa y más cercanos a la cordillera.
Debes ir preparado para mucho sol, pero también para mucho frío y quizás hasta más de una lluvia, ya que no es extraño que en ciertos lugares caiga agua de manera repentina.
El peso de nuestra historia
Muchos de nosotros dejamos de pensar en la historia cuando salimos del colegio, pero ¿sabes realmente cuáles son tus orígenes?
Maravillosos secretos se esconden en los rincones del desierto, los que te ayudarán a entender muchas de nuestras costumbres y nuestra forma de ver la vida.
Existen variados museos, zonas arqueológicas, salitreras y otros lugares maravillosos que te dejarán con la boca abierta y con la sensación de que entendiste muchas cosas que antes no habías considerado.
Hay lugares realmente hermosos
Aunque entendemos la belleza muy ligada a la abundancia de vegetación y agua, el norte tiene paisajes que sí o sí te sorprenderán. Enormes dunas con diferentes matices, quebradas con amplia vegetación, lagunas en medio del desierto más árido del mundo, una puesta de sol en medio de la nada.
Los paisajes tienden a dar una sensación de libertad y relajo bastante grande, así que si estás estresado, probablemente unas vacaciones en el norte te ayudarían.
La comida te sorprenderá
Quizás por la cercanía con Perú, el norte de Chile está repleto de deliciosas preparaciones que te dejarán en las nubes. Puedes además acceder a productos típicos de la zona norte (Perú, Bolivia, Chile) como algunos granos inflados o dulces nortinos que son para morirse de ricos: arroz inflado, pululos, melcochas y chumbeque son parte de la deliciosa oferta. Los vegetales también son bastante sorprendentes; en algunos pueblos del interior de la segunda región, se realizan competencias locales del tipo “la zanahoria o betarraga más grande” y créeme son realmente grandes e impresionantes de ver.
Oasis en el desierto
No es raro que vayas horas viajando por el desierto, con la sensación de que el auto se mueve en círculos, hasta que de pronto divisas a lo lejos una mancha oscura. Te vas acercando y resulta ser un bello oasis con agua que corre, colas de zorro y hasta árboles frutales. El factor sorpresa es una de las cartas que el norte de nuestro país tiene guardadas bajo la manga.
Playas de aguas tibias
Si creías que debías ir al caribe para disfrutar de playas de aguas tibias y cristalinas ¡estás muy equivocado! El norte de Chile cuenta con playas de arena blanca y agua cristalina: es el caso de Mejillones, una localidad ubicada muy cerca de la ciudad de Antofagasta en la Segunda región o Playa La Virgen, muy cerca de Copiapó, en la tercera región.
Como ahora sabes, el norte de nuestro país tiene mucho que ofrecer, así que para tus próximas vacaciones evalúa la posibilidad de regalarte una experiencia única de descanso, y a sólo un par de horas de vuelo.